A un grado de separación de Ben-Hur y Mafalda
Sobre la necesidad de conversar con nuestros mayores y ser conscientes de que estamos conectados.
Hoy en la newsletter El Estoico, a la que también recomiendo suscribirte, Pepe, su autor, nos recuerda una frase de Epicteto: a ti quizás te parezca interesante hablar demasiado sobre tu vida, pero a los demás no les interesa tanto como crees. Frase con mucho sentido pero que en mi caso lo pierde cuando quien te está contando su vida es una persona mayor. En su día disfruté de conversaciones, más bien monólogos, de mi abuelo Julio sobre su vida. Después trabajé en residencias de ancianos e incluso llegué a montar un programa de radio (mi primer programa de radio) llamado Palabras Mayores en los que residentes de la Residencia Conde de Aresti contaban su vida, sus anécdotas se lanzaban al bilbaino barrio de San Francisco a través de las ondas hertzianas.
Esta mañana de este Domingo de Resurrección, he ido a visitar a mi amigo Miguel Ángel Praticó al Hospital de la Santa Caridad (residencia de ancianos) donde vive. Cuando pasaba por delante de la plaza de toros de la Maestranza y el segundo revendedor me asaltó para ofrecerme entradas para la corrida de la tarde, decidí sacar el móvil para hacerme un poco el loco y de paso avisar a mi amigo de que en tres minutos estaba en la puerta de la Caridad, que fuese bajando.
Tardó bastante. Pude ver cómo otras personas saludaban a otros residentes que en silla de ruedas salían de la residencia. Me llamó la atención un grupo de unas cinco o seis personas que se arremolinaban en torno a un residente que según parece se llamaba Juan (he descubierto que es Juan “El Trianero”, bendito internet). Uno de los visitantes dijo: ¿María, sabes que Juan fue torero y conoció a Juan Belmonte? Entonces el maestro se arrancó a contar anécdotas sobre su vida.
Los minutos de espera a Miguel Ángel me resultaban amenos poniendo la oreja y escuchando las historias de El Trianero. Se puede esperar sin mirar al móvil pensé. Llegó Miguel Ángel y empezamos a hablar. Mi amigo es un ilustrador argentino, a su vez amigo de Quino, el de Mafalda, ha trabajado en medios importantes como Diario 16 aquí o Clarín en Argentina. Hace unos años sufrió una hemiplejia y perdió, en parte, la posibilidad de dibujar con su mano derecha dominante, también se mueve en silla de ruedas. Le comenté que en la espera había sabido de su compañero de residencia Juan el torero. Ah, sí -me dijo- este tuvo una anécdota muy curiosa cuando un toro le corneó en Zaragoza. Entre el público estaba Charlton Heston y este fue a verlo al hospital… ¿Sabías que yo también conocí a Charlton Heston? En ese momento es cuando pasó de la historia del torero a la suya propia: pues resulta que Charlton visitó Buenos Aires y en Clarín me pidieron que hiciese una caricatura de él para publicar en contraportada. Se hospedaba en el hotel Alvear que curiosamente es uno de los hoteles más importantes de Buenos Aires y de la familia del presidente argentino en los años veinte Marcelo T. de Alvear, por cierto aquí residió un descendiente de él (Miguel Ángel se recrea en los detalles y precisa datos históricos infalibles, he comprobado que Alvear fue presidente de la Argentina entre 1922 y 1928 como me apuntó). La cosa es que fuimos un grupo de trabajadores de Clarín al hotel y fuimos los últimos de una ronda de periodistas con el actor. Creo recordar que un compañero le preguntó si había visto la caricatura publicada en el periódico. Dijo que sí. Entonces me lo presentaron y le entregué el original firmado. No sé cómo fue pero me quedé con él solo charlando como una hora, chapurreaba el español. En un momento dado me dice “¡Espera!”, saca una libreta y un lapicero de un cajón de la mesilla. Me dice que él había estudiado Bellas Artes y me dibuja. El dibujante dibujado. Me pareció algo sublime. Pasados unos días lo comenté en la redacción. Enseñé el dibujo al Director y tanto le gustó la anécdota que incluso me sacaron por televisión hablando sobre el tema.
Escuchar a los mayores no solo es necesario, debería ser obligatorio ¿Recuerdas la teoría de los seis grados? Existe un planteamiento según el cual se plantea que quienes habitamos este planeta estamos conectados por no más de seis grados de separación. Conociendo a Miguel Ángel solo me separaba de él un grado para llegar al grandísimo Juda Ben-Hur (en este 2023 se celebra el centenario del nacimiento del actor que lo interpretó) o al celebérrimo Quino creador de la gran filósofa Mafalda.
Estamos conectados.
No podemos vivir de espaldas a dicha conexión, como no debemos dejar de hablar con nuestros mayores.
Buena semana de vuelta a la normalidad,
Gorka “conectado” Fernández Mínguez
PD1: Te recomiendo que pruebes la siguiente página https://oracleofbacon.org/movielinks.php La idea es relacionar Kevin Bacon con cualquier otro actor o actriz, yo he probado con Chiquito de la Calzada y solo está a un solo grado de separación de Kevin Bacon. Increíble, pero cierto.
PD2: Tú también volviste a ver Ben-Hur el viernes santo ¿verdad?
PD3: Recuerda que si quieres tener en papel (o kindle) la recopilación de artículos del primer año de esta newsletter puedes adquirir el libro en Amazon: