Cuando llega el síndrome del impostor
Seguramente en más de una ocasión has tenido la sensación de no estar a la altura; de no ser lo suficientemente bueno, competente o capaz; de ser un impostor.
Una vida exitosa a los ojos de los demás; una titulación tras años de estudio; numerosos elogios a tu trabajo, pero a pesar de todo sigues pensando que todo se debe a una serie de "golpes de buena suerte", que tú en realidad no has hecho nada, que todo puede desaparecer en cualquier momento. Esto tiene un nombre en Psicología: se llama "síndrome del impostor" y siete de cada diez personas lo han sufrido alguna vez en su vida, según la doctora Valerie Young, doctora por la Universidad de Massachusetts. Según la doctora “Millones de mujeres y hombres en todo mundo, desde exitosos directivos de empresas, hasta brillantes estudiantes o actrices, como Kate Winslet, están secretamente preocupados por no ser tan capaces como todos creen", quienes lo sufren tienen la sensación de no estar nunca a la altura; de no ser lo suficientemente buenos, competentes o capaces; de ser impostores, un fraude. Para Valerie en el síndrome existen dos niveles: uno que desaparece con el tiempo y la experiencia —y que se manifiesta cuando nos sentimos inseguros ante un nuevo reto o puesto de trabajo— y otro más grave, que empeora con el tiempo.
Para la estudiosa de este fatal síndrome existen cuatro posibles causas:
Dinámicas familiares durante la infancia: por ejemplo "Cuando tu hermano es 'el inteligente' y tú eres 'la simpática', o tienes presión para sacar buenas notas, también se puede dar que tus padres sean muy exitosos y tengas la sensación de ser la oveja negra.
Estereotipos sexuales: a priori el síndrome del impostor es igual de frecuente en mujeres que en hombres, aunque hasta hace poco se pensaba que ocurría principalmente en mujeres debido a los mensajes de éxito y fracaso en la sociedad y a la "presión ante ser madre y, al mismo tiempo, una profesional de éxito.
Diferencias salariales: la realidad de la mujer en el mundo profesional es también una causa de este síndrome.
Percepción de éxito, fracaso y competencia. Asegura la doctora que "las personas que sufren el síndrome son muy exigentes consigo mismas y tienen una lista de requisitos prácticamente imposibles de llevar a cabo".
Quienes padecen este síndrome ven elevados sus niveles de estrés y les afecta en la productividad porque a menudo postergan tareas o bien trabajan demasiado duro para justificar que su éxito se debe al duro trabajo y no a su talento.
Si te crees un impostor lo mejor que puedes hacer es dar las gracias la próxima vez que te hagan un cumplido, no expongas excusa, no te justifiques, simplemente da las gracias.
Lo más normal es que con el tiempo desaparezca tu sensación, pero, de no ser así, sería bueno que "investigues más sobre el tema, reconozcas las normas que te exiges a ti mismo y cambies los guiones internos cada vez que te enfrentes a una situación de estrés".
Buen fin de semana,
Gorka “impostor” Fernández Mínguez
PD1: En el podcast Conversacines no solo disfruto, aprendo. Esta semana hemos publicado un nuevo episodio en el que hemos hablado sobre la película y libro "El Señor de las moscas" una obra de mediados del siglo pasado, fundamental para entender la actualidad
PD2: Esta semana en el blog Complementaria he escrito sobre Atreverse a soñar el martes y Cibercomunidades de aprendizaje el viernes.