Cuando seguimos en Twitter a gente que ya no está pasan cosas...
Prometo que no lo hice con la intención de que fuese un experimento, ni siquiera para que diese lugar a un artículo en esta newsletter, pero fue tomando forma.
Un día de esos que no sabes qué hacer decidí revisar mi cuenta de Twitter. Me encontré con que aún seguía a @doktus (Pedro Sarmiento) y @salpegu (Salvador Pérez), ellos también me seguían a mí. Ninguno de los dos está ya en este mundo. Pedro fue un tipo jovial, músico con quien daba gusto conversar; formaba parte del interesantísimo proyecto educativo LOVA. Salva, a quien dedique a su memoria mi primer libro Aprende y disfruta, era un padre almeriense amante de la fotografía y luchador por una escuela pública de calidad. Recordé que tengo varios contactos en el móvil de gente que ya no está por aquí, no los borro, me da la sensación de que si lo hago me desconecto de ellos, menuda chorrada: ya no están.
En esa revisión tuitera vi gente como Pedro y Salva con la que compartí momentos en el pasado y que hacía tiempo que no sabía nada. Empecé a enviar mensajes directos del estilo: “Hola fulanitxdetal, cómo va todo. Hace tiempo que no sé de ti”. Recordé el experimento que Victor Küppers hace con su hijo.
Suben al ascensor de unos grandes almacenes y se dedican simplemente a saludar a la gente, así sin más; saludan a desconocidos. Les devuelven el saludo el 30%, alguno con un gesto.
La diferencia es que en mi caso son gente conocida, con la que he compartido algo en el pasado. Lancé 30 mensajes directos, 28 respondieron, 2 no. De estos últimos una cuenta no publicaba nada desde hacía un año y la otra tenía mensajes automatizados, dudo mucho que haya visto el mensaje. De las personas que respondieron, con alguna intercambié varios mensajes más en los que nos pusimos al día, con otras fue algo más sencillo pero interesante. Hubo una respuesta que me resultó curiosa:
“¿Cómo así saludas?” Después ella contestó: “No, inquietante, no. Sorprendente por lo no habitual. Va todo bien… Un abrazo de vuelta, Gorka. Un placer que hayas aparecido”
En estos tiempos de redes sociales estamos acostumbrados a que nos saluden para intentar vender algo, que le demos al like al vídeo de alguien, que firmemos tal o cual campaña... Yo mismo lo hago, en otras ocasiones he enviado un mensaje directo para dar a conocer esta newsletter, por ejemplo.
Cómo terminaba Küppers ¿quieres ir con alegría? empieza a ser amable, pero no porque lo digan los profesionales. Pruébalo, date una hora para ser amable. Ser amable es un chollo no cuesta nada.
¿Adónde van las cuentas de la gente que muere (dejémonos de eufemismos)? Seguirlas y que te sigan no deja de ser un ejercicio de memoria, aún están ahí, aún nos seguimos. Las sonrisas de los avatares de Pedro y Salva aún nos iluminan. Vaya para ambos dedicado este artículo.
Buen fin de semana,
Gorka “saluditos” Fernández Mínguez
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PD: Este pasado miércoles publicamos un nuevo episodio de Conversacines, hablamos sobre la película M. el vampiro de Düsseldorf de Fritz Lang.
PD2: El lunes terminé de liberar los capítulos de mi libro Aprende y disfruta con el post Ciudadanía para la Educación, hoy jueves 8 de junio celebro el 16 aniversario de mi blog Complementaria. 16 años ya, a dos de la mayoría de edad.