CUENTO: La mirada de un hijo
Los cuentos que estoy publicando estas semanas proceden de algunos ejercicios de escritura, en este caso el reto era: ESCRIBE UN RELATO QUE TERMINE CON LA FRASE: SUPO QUE NO IBA A VOLVER.
Era una gélida mañana de marzo. Llevaba el discurso bien aprendido. Hacía mucho tiempo que no necesitaba leer en aquellas sesiones, su oratoria era exquisita.
Sabía que lo admiraban, incluso aprovechaba esa circunstancia cuando apelada a la emoción en sus disertaciones.
Las últimas semanas habían sido complicadas. Arreciaban las críticas en los pasillos. "La política se palpa en los pasillos" le había dicho hace tiempo un viejo senador.
El poder que había acumulado era tan grande como codiciado.
Se levantó de su asiento para dirigirse a la tribuna. Se cruzó con su hijo, que ocupaba uno de los escaños. Se dio cuenta de que aquel contacto visual era una despedida. Supo ver en los ojos de su vástago, una suerte de corolario vital.
Mientras Julio César bajaba las escaleras, supo que no iba a volver.