Dónde estamos en estos momentos
En este día festivo, doce de octubre, he visto una película que tenía pendiente desde hace tiempo, demasiado tiempo: "2001: odisea en el espacio" de Stanley Kubrick, me ha impresionado y como los libros creo que las películas nos eligen para ser vistas. He recordado otra película sobre el espacio y ciencia ficción, concretamente Passengers.
Passengers es una película estrenada en 2016 en la que se plantea la siguiente situación: una nave espacial que viaja hacia un planeta habitable va repleta de navegantes hibernando y en un momento dado hay un fallo técnico; uno de los pasajeros, llamado Jim Preston, se despierta ochenta años antes de lo previsto, es decir, cuando a la nave aún le faltaban esos años para llegar al planeta de destino. Al despertarse se encuentra solo, tiene todo tipo de lujos y víveres pero vive en soledad, no tiene nadie con quien compartir nada. En un principio su única compañía es Arthur un camarero androide, interpretado por el magnífico actor Michael Sheen (en Conversacines hicimos un programa sobre The Damned United en la que es actor principal).
Una de las conversaciones que se dan entre Jim y Arthur es fantástica, la trascribo:
Arthur (androide): ¿Tú estás dónde quieres estar? ¿Sientes que deberías estar en otro lugar?
Jim (pasajero): Tú lo dijiste.
Arthur (androide): Si pudieras con un chasquido de dedos estar donde quisieras, apuesto a que te sentarías igual. En el lugar equivocado. Te enfocas tanto en donde quieres estar que olvidas cómo sacar provecho del lugar en el que estás.
Muchas veces nos pasa eso, siento que a mí me ha pasado. Desearía estar en Barakaldo, mi pueblo. No me doy cuenta de lo fantástico que es vivir en La Algaba en particular y en Andalucía en general. Creo que es un sentimiento muy ligado a las personas migrantes, estamos en un sitio en el que de alguna manera u otra hemos arraigado, hemos tenido descendencia, tenemos un trabajo, una casa… pero nos gustaría volver a donde nacimos, sentimos una atracción brutal por el sitio que nos vio crecer, en Galicia lo concretaron con morriña, el Portugal afinaron un poco más con saudade. Quizá esté equivocado pero en ese deseo por nuestro origen perdemos la oportunidad de sacar provecho al lugar en el que vivimos en estos momentos. Pongo el ejemplo de una persona migrante porque creo que se ve mejor, pero nos puede pasar lo mismo con las relaciones personales, incluso de pareja, también en el ámbito laboral; nos gustaría estar en un centro de trabajo mejor, incluso ascender de categoría. Suele pasar que las personas que tienen muchos viajes de trabajo quieren estar más en casa y quienes no salen de la oficina desearían viajar más a menudo. Por eso me parece pertinente la reflexión de Arthur, cuando alguien consigue llegar a su ideal llega al mismo con una inercia que le hace no estar a gusto con lo conseguido.
Párate, haz balance y valora dónde estás. Obviamente hay que seguir avanzando, no hay que estancarse pero disfruta del momento, como el título de mi primer libro:
Disfruta del puente si lo tienes.
Un abrazo:
Gorka “HAL” Fernández Mínguez
PD: te dejo un vídeo de Nazareth Castellano una neuróloga que suele hacer unas reflexiones muy interesantes, sobre la infelicidad.
PD2: Esta semana hemos publicado el episodio de Conversacines sobre Perros de paja de Sam Peckinpah.