El viaje aporta la felicidad, no el destino
El pasado míercoles 20 de marzo fue el día internacional de la Felicidad, desconocía que la felicidad tenía su día.
En una escena de la película El guerrero pacífico el maestro, Sócrates, lleva a su pupilo de excursión. Este último se ilusiona durante el recorrido, está feliz, pero al llegar al destino se enfada porque no era lo que esperaba. El maestro lo hace pensar y finalmente el muchacho se vuelve y dice “es el viaje el que aporta la felicidad, no el destino”. Cómo transitemos la vida nos hará más o menos felices. Tiene importancia tener una meta, objetivo pero será el recorrido realizado para conseguir lo que nos proponemos lo que nos hará felices. Un ejemplo claro es la preparación de un viaje de placer, se disfruta planificando, buscando los sitios donde alojarnos, revisando los monumentos o museos que podemos ver… Se disfruta tanto o más que el viaje en sí.
Mis alumnos me enseñan mucho. Estoy más acostumbrado a trabajar con adolescentes y en el colegio con los críos de segundo de primaria me cuesta un poco más. Hay uno de siete años muy curioso, tiene dificultad para comunicarse. Suele hacer un movimiento curioso con los labios como haciendo el gesto de besar, tocándose la nariz. La semana pasada cuando bajábamos de su clase a mi despacho pasamos por la puerta que da al patio, estaba abierta de par en par, a pesar de que estaba jarreando. Sin mediar palabra se separó de mi lado y salió al patio, la lluvia lo calaba, extendió los brazos y miraba para arriba. Bailaba. Se fundía con la lluvia. Comprendí que el gesto de la boca lo hace cuando está a gusto, porque en ese instante no dejaba de mover los labios, tocando su nariz. Le dije varias veces que entrase, pero ante su falta de escucha y su cara de felicidad opté por dejarle hasta que se cansase. Era feliz. Fue para mí una imagen genuina de felicidad, la anclé, la recuperaré cuando sea necesario. Ese momento significó mucho para mí, no fue mucho tiempo pero pude comprender que la felicidad está en las pequeñas cosas, que es importante vivir las sensaciones de nuestro entorno y calarse hasta los huesos buscando ser feliz durante el camino en el presente, porque sí: yo creo que el camino nos aporta la felicidad. Sigamos caminando.
Buen fin de semana y mejor semana santa:
Gorka “caminante” Fernández Mínguez