En busca de un propósito desde la libertad
Hubo unos jóvenes que buscaban arena bajo los adoquines en mayo del 68. Hoy va de Filosofía la cosa, existencialismo en concreto. Nos acercamos al pensamiento de Jean Paul Sartre, uno de los referentes de aquel mayo francés.
Sartre es considerado uno de los principales exponentes del existencialismo, contaré aquí de manera general su pensamiento filosófico a través de tres de sus frases más célebres:
La existencia precede a la esencia: imaginemos que has decidido construir una silla, antes de construirla tienes muy claro su propósito pase lo que pase debe servir para sentarse. Ese propósito es su esencia, después construyes la silla y esa silla existe en el mundo. Para Sartre cualquier cosa que careciera de conciencia era un ser en sí. Sin embargo el ser humano a diferencia de una silla tiene conciencia, y por lo tanto es un ser para sí. Un ser indefinido que se construye a partir de sus decisiones. Para Sartre las personas no vienen al mundo con una misión, lo que hace que cada ser humano tenga capacidad para elegir su propio propósito en la vida ¿Cuál es tu propósito?
El hombre está condenado a ser libre: para Sartre ningún dios, gobierno o sociedad debe decirte cuál es tu propósito en la vida sino que tú eres libre de decidirlo por ti mismo, sin embargo, esta libertad también es una condena ya que la libertad produce angustia. Imagina que has decidido comer un helado vas a la única heladería de tu ciudad y te dicen que solo tiene helado de chocolate no tienes libertad para elegir otros sabores así que eliges el helado de chocolate te lo comes y te conformas con ello, no hay ninguna decisión que tomar respecto al sabor del helado. Sin embargo imaginemos también que vuelves a esa misma heladería y ahora tienen 120 sabores de helados diferentes pero solo puedes comprar un solo sabor, el sentimiento de angustia te embarga, temes no elegir el sabor más rico pero haces un esfuerzo y te decides por el de yogur de fresa, apenas le das un lengüetazo te arrepientes y piensas que hubiese sido mejor elegir el de maracuyá. Muchos han experimentado la angustia al elegir una carrera, al elegir una pareja, al decidir la compra de un bien, tener libertad es experimentar angustia, esa es su condena.
Un hombre es lo que hace con lo que hicieron de él: y a pesar de que la filosofía Sartriana es una filosofía de libertad también concede que hay factores sobre los que no tenemos libertad de acción: no elegimos nacer en determinado lugar, no elegimos el sexo, la raza o la familia a la que pertenecemos. Sin embargo, en cierto momento de nuestras vidas tenemos la opción de elegir por nosotros mismos qué es lo que haremos con lo que han hecho de nosotros. Sartre nos invita a ser conscientes de nuestra libertad y a ejercerla con responsabilidad. Hay cierta facilidad a obedecer ciegamente a una religión o gobierno. El que obedece ciegamente no tiene que pensar solo obedecer, por eso limitarse a obedecer es tan cómodo, sin embargo cuando verdaderamente nos damos cuenta de que somos libres empieza lo difícil ya que debemos preguntarnos a nosotros mismos qué hacer con esta libertad. Sartre nos invita a lidiar con esta pregunta y la angustia que le acompaña nos reta a construirnos a nosotros mismos sabiendo de antemano que somos un proyecto que solo terminará con el día de nuestra muerte.
Espero haberte llevado hoy a la reflexión de que debemos buscar un propósito y que somos seres libres.
Buen fin de semana,
Gorka “libre” Fernández Mínguez