Genera un plan
El pasado mes de junio Merche Sancho, profesora de FOL, me invitó a clausurar su curso de FP a modo de videoconferencia. Consistía en contar a sus estudiantes algo motivador, que les sirviese para el futuro. Esto fue lo que escribí para la ocasión:
Primero daros la enhorabuena por estar acudiendo aún al centro. Creo que los aprendizajes se dan siempre, incluso cuando no tenemos que preparar un examen.
Agradezco a Merche Sancho la posibilidad de cerrar vuestro curso. Os hablo desde la calurosa Andalucía, concretamente en Lepe, provincia de Huelva. Imagino que conoceréis Lepe por los chistes. Os aseguro que es un pueblo alegre, lleno de personas de diferentes partes del mundo, para nada gente tosca o tonta como se refleja a veces en esos chistes.
Empezaré contando una experiencia personal, mi hija mayor el próximo curso empezará la ESO. Como sabéis es un cambio importante, de primaria a secundaria. Comiendo nos volvió a decir que ella quería ser actriz. Recuerdo el día en el que me lo dijo por primera vez. “Hija cómo vas a ser actriz si nunca te has subido a un escenario”. Había fabricado una fantasía. Unos días después le apuntamos a un grupo de teatro en el pueblo. En las Navidades pasadas hizo su primera representación y la próxima semana, a modo de cierre de curso, hará otra.
No fabriques fantasías cuando quieras realidades, una magnífica charla TED de Odin Dupeyron. Habla sobre el Exceso de Pensamiento Mágico Pendejo. Este escritor y director de teatro nos cuenta que no podemos hacer lo que nos dé la gana porque queremos, tenemos que ganarnos las cosas, es algo que se nos está olvidando.
Mi mujer y yo podíamos haberle dicho a nuestra hija, claro que sí pelea tu sueño, vuélcate en la interpretación, olvida todo lo demás. Pero no es así, quizás alguno de vosotros quiera ser streamer o youtuber o instagramer o loqueseamer. Vale, explora las posibilidades. Haz directos, pero no idealices convertirte en un The Greft o Ibai Llanos en pocos meses. Estudia lo que te guste, fórmate… y haz directos, claro que sí. Pero crea un plan.
Ahora mismo estoy en el instituto en el que trabajo como Orientador. En muchas ocasiones me encuentro con alumnos o alumnas que están en segundo de bachillerato y no saben qué hacer en la Universidad. Intuyo que no es vuestro caso, ya habéis elegido una profesión y os estáis formando en ella. Esa indefinición de esos alumnos que os comento es preocupante, aunque entiendo que una persona puede encontrar su vocación más allá del Bachillerato. Incluso más allá de un grado superior o grado universitario. Yo la encontré al terminar Psicología. Cuando estaba haciendo prácticas en una residencia de ancianos monté un programa de radio en una emisora de barrio con alguno de los residentes. Allí me di cuenta de que a mí lo que me gustaba era comunicar. Quizá hubiese sido más coherente haber realizado periodismo. Pero el asunto es que hasta entonces no me había dado cuenta. Empecé a trabajar en el ámbito de la psicología, posteriormente en Educación. Pero no dejé de hacer radio, lo que me gustaba. A veces soñaba con tener mi propio programa en una prestigiosa emisora, pero me centré.
Sin olvidar mi pasión seguí trabajando como educador. Pasó el tiempo y de la radio pasé al podcast, una de las cosas que más me gustaba era crear los guiones. Escribir. Escribí en varios blogs, luego publiqué un libro sobre Educación y el año pasado una novela. Fui descubriendo que mi pasión era la comunicación y la escritura, pero sabía que era muy difícil dejarlo todo y pelear mi sueño de ser escritor o locutor de radio. No lo descarto en el futuro, pero nunca he querido caer en la fantasía sino centrarme en realidades.
Lo mejor de todo es que este recorrido me ha ayudado en mi tarea profesional, ahora cuando escribo informes lo hago con soltura, cuando doy clase comunico de forma directa, incluso lo intento cuando clausuro cursos académicos en un centro de FP de Segovia.
He conectado los puntos, que decía Steve Jobs en su famoso discurso en la Universidad de Stanford.
Ese sí que es un buen discurso de clausura.
Steve Jobs, el fundador de Apple, no se graduó, dejó la Universidad pero durante su estancia hizo muchas cosas, por ejemplo, acudió a cursos de tipografía, parecido a lo que ahora está de moda con el lettering. Pues bien, todos esos aprendizajes le sirvieron, por ejemplo, para dotar a sus ordenadores de una variada tipología de letras que hoy disfrutamos. Con el tiempo Jobs se dio cuenta de que todo lo que había hecho tenía un sentido, pero ese sentido lo tenía en el futuro.
Yo desconocía que hacer un programa de radio en el futuro me serviría para dar clases, o que escribir una novela me permitiría tener cierta soltura a la hora de elaborar informes. En aquel discurso Steve, también dice que debemos amar lo que hacemos, que la única forma de tener un trabajo genial es amar lo que hacemos. También nos dice que estamos de paso en esta vida.
La última de las recomendaciones que os hago, una charla de Alvaro Neil en Aprendemos juntos. Álvaro dejó todo para dar la vuelta al mundo en bicicleta. Lo hizo en trece años. Hay una frase que me encanta, “hay dos días importantes en nuestra vida: el que nacemos y el que nos damos cuenta de para qué hemos nacido”. Vale la pena vivir la vida si vives en consonancia con tu misión. El aventurero Álvaro Neil, termina diciendo que no es una locura perseguir tus sueños. La locura es irte a la tumba sin haberlos vivido.
Como me gustan los cuentos, terminaré con uno:
En cierta ocasión, un joven llegó a un campo de leñadores con el propósito de obtener trabajo. Habló con el responsable y éste, al ver el aspecto y la fortaleza de aquel joven, lo aceptó sin pensárselo y le dijo que podía empezar al día siguiente.
Durante su primer día en la montaña trabajó duramente y cortó muchos árboles.
El segundo día trabajó tanto como el primero, pero su producción fue escasamente la mitad del primer día.
El tercer día se propuso mejorar su producción. Desde el primer momento golpeaba el hacha con toda su furia contra los árboles. Aun así, los resultados fueron nulos.
Cuando el leñador jefe se dio cuenta del escaso rendimiento del joven leñador, le preguntó:
-¿Cuándo fue la última vez que afilaste tu hacha?
El joven respondió:
-Realmente, no he tenido tiempo… He estado demasiado ocupado cortando árboles…
Vivid vuestros sueños, día a día. Haya, o no, exámenes por medio. Sed lo que queráis pero cread un plan, peleadlo, no fabriquéis fantasías cuando queráis realidades y afilad el hacha.
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Buen finde y viva San Fermín.
Gorka “planificador” Fernández Mínguez