Mi querido abuelo falangista
Si tienes relación con los Salesianos, yo la tengo, sabrás que hoy es un día importante: María Auxiliadora.
Hoy hablaré de un hombre ejemplar que nació en mayo, hace mucho tiempo.
No creo en las constelaciones familiares, tampoco tengo mucha información pero no tengo muy claro que un hecho dramático que vivió un bisabuelo mío, afecte mi vida hoy. Lo que sí creo es en el legado y el ejemplo de quienes nos precedieron.
Veo en mi hija e hijo el amor que tienen a sus dos abuelos y dos abuelas, en eso sí me veo reflejado. También pude disfrutar de los míos. El primero en morir fue mi abuelo Rafael cuando yo tenía veinticinco años. Vivía en Écija y no lo veía tanto como a mi abuelo Julio que lo tenía en Barakaldo. Ironías del destino mi hija e hijo viven la misma circunstancia, sus abuelos maternos cerca, los paternos lejos, nosotros vivimos en La Algaba (Sevilla) mis padres viven en Barakaldo (Bizkaia).
Julio Mínguez para mí es un modelo, siento que aún lo quiero. Pasé mucho tiempo con él. Me contaba siempre historias de su vida, una de las partes que más me gustaba escuchar era cuando me hablaba de la Guerra Civil.
En abril del año pasado, antes de las elecciones municipales de mayo, un amigo de Écija me invitó a ir a la presentación de una candidatura municipal en las Navas de la Concepción. También se presentaba un libro de una destacada militante memorialista. Me atraía la idea. El viernes fuimos a Écija y me quedé a dormir en casa de mis tíos para ir desde Écija a Las Navas, al acto, al día siguiente en el coche de mi amigo. Cuando terminase volvería a casa en el coche de una compañera que se acercaba desde Sevilla, en él volvía también la que presentaba su libro.
Aquel libro contaba la historia de represaliados y de forma novelada narraba dramas que se dieron en la Guerra Civil. Entre los distintos personajes que se dan en las diez historias están: el novio despechado por el rechazo, el cura cómplice, el alcalde socialista fusilado, el falangista... Contaba hechos que seguramente fueron incluso más duros de lo que expresa en su escritura. Sobrecogía escuchar tanto dolor.
De vuelta, en el coche, me atreví a contarle a la escritora que su libro me dolía mucho sobre todo porque mi abuelo materno fue falangista y participó de forma activa en la guerra, que tenía dieciocho años recién cumplidos aquel 18 de julio de 1936 y que cuando terminó todo volvió a arar sus tierras palentinas; que posteriormente tuvo que emigrar al País Vasco donde trabajó en la industria de la margen izquierda, en los Altos Hornos de Vizcaya. Para mi sorpresa la compañera que conducía dijo que su padre también fue falangista. Hubo un silencio prolongado. Hablamos de la guerra civil, del golpe de estado. Se me ocurrió decir "Bando Nacional" y la ponente memorialista me corrigió, no era Nacional era Fascista, entonces le corregí yo: en realidad la parte del ejército que se sublevó no era fascista, lo eran quienes le ayudaron Alemania e Italia pero la forma fascista del régimen franquista se tomó terminada la guerra cuando los sublevados adoptaron la ideología promovida por la Falange, que asimilaron. Hubo un poco de tensión. Matices que no llevaban a ningún sitio. Comparto la reivindicación de que se abran todas las fosas que quedan por abrirse y reponer la memoria de muchas personas que perdieron a los suyos en una brutal represión en la guerra o postguerra. Pero convivimos en este país con personas que aman a sus antepasados, aunque estos estuviesen en el bando equivocado, pues sí. Para mí formar parte de un golpe de estado contra un sistema democrático es estar en el bando equivocado. También creo que mi abuelo fue un hombre de su tiempo y de sus circunstancias. Si en vez de ser un agricultor en Dueñas (Palencia) lo hubiese sido en Aragón quizá hubiese sido anarquista y quizá hubiese muerto represaliado y quizá yo no hubiese nacido... Ficción. El hecho es que creo que debemos ver la historia con la mayor objetividad posible, darnos cuenta de que la historia familiar es variopinta y que quiero y querré a mi abuelo Julio Mínguez a pesar de su pasado falangista.
Buen fin de semana,
Gorka “memorialista” Fernández Mínguez
PD: El próximo lunes 27 de mayo Julio Mínguez hubiese cumplido años. Si nos acordamos de ellos siguen vivos. Mientras yo viva él lo hará.