Oi Baldorba
El 15 de octubre 2006 estaba en Durango (el de Bizkaia, hay 14 Durangos en el mundo) de fiesta, pero no tenía el cuerpo ni la mente muy entonadas para fiesta. Dos días antes me había dejado mi novia, después de más de diez años de relación, y estaba en ese periodo de shock que se pasa después de una ruptura. Mis amigos pensaron que la mejor forma de olvidar era regar las penas con alcohol y fiesta. Aunque resultó eficaz durante unas horas, no hay que olvidar que el alcohol es depresivo y agudiza las penas. Creo recordar que el bar se llamaba Anboto o un nombre de monte de la zona, para terminar a altas horas de la madrugada e ir echando a la gente ponían una canción de Benito Lertxundi que se llama Oi Baldorba nada que ver con los ritmos marchosos que habían sonado durante la noche, era todo melancolía. Mi nivel de euskera por aquel entonces no era muy bueno y entendí un poco la letra de la canción. Su tono me influyó y me vi mirando al vacío, a un punto indefinido del bar y empecé a llorar, suavemente. Esa canción me impactó. Era el fin de fiesta y me envolvía una tristeza propia del desamor.
El lunes en el euskaltegi (lugar donde se aprende euskera) recordaron una de las actividades que cada alumno debíamos realizar, elegir una canción y explicarla al grupo. Debíamos realizar una especie de ficha en la que dejaríamos huecos en blanco para que al oírla se completasen haciendo un ejercicio de audición. Elegí Oi Baldorba, me adentré en la canción su letra y su significado.
Oi Baldorba!
ezazu nor zen bidetik
baztertu zintuen madarikatua!
La canción habla sobre el Valle de Orba una región en Navarra cuya Historia fue importante en tiempos del reino. Describe sus ermitas románicas, sus parajes y maldice el hecho de que la grandeza de antaño ya no luce, que alguien, un loco, se la ha robado… Pero predice que pronto volverá a ser grande que volverán los tiempos de luces. Aquello me hizo verme reflejado en la canción. Hay momentos en los que tu espíritu languidece porque alguna situación lo ha llevado a ese estado pero con el tiempo todo vuelve a su ser. La vida son vaivenes, sobresaltos… Resulta jodido estar en una época difícil pero siempre llega la esperanza de que un tiempo mejor volverá. Nuestras vidas son como la del Valle de Orba un devenir por la Historia con subidas o bajadas pero la belleza del valle no cambia, tenemos una serie de características que nos acompañan, somos bellos arriba y abajo. Eso no nos lo quita nadie.
Buen fin de semana,
Gorka “navarrico” Fernández Mínguez