Somos seres contradictorios
Confieso que no sé por dónde va a salir el texto de hoy. En muchas ocasiones soy consciente de que empiezo escribiendo algo con una intención y termina en otro punto al que pensé, con la esencia del objetivo inicial, pero diferente.
Mañana será viernes de dolores. En Sevilla es un día especial como prolegómeno de la Semana Santa que se iniciará este próximo domingo de ramos.
Soy un tipo con contradicciones, me casé por lo civil, mis hijos no están bautizados y no van a clase de Religión.
Vayamos por partes:
Nos casamos por lo civil porque éramos conscientes de que no íbamos a tener un matrimonio religioso, no necesitábamos un marco incomparable con una iglesia y un escenario para luego no ser consecuentes con los preceptos de la iglesia católica.
Ni mi hija, ni mi hijo han recibido el sacramento del bautismo, creemos que si quieren formar parte de la Iglesia sean ellos quienes lo decidan. No hemos rehuido el tema de la religión cuando nos han preguntado, lo hemos tratado con naturalidad. No están matriculados en la asignatura de Religión Católica, nos llevamos un buen disgusto cuando desde el colegio público se nos presionó para que Candela, la mayor, se matriculase en Religión y no Valores en infantil, la excusa: falta de recursos (escribí sobre ello en mi blog).
Ahora viene la (aparente) contradicción: el próximo jueves santo volveré a estar debajo de un paso de Semana Santa, concretamente en el Cristo de Confalón de Écija. Desde que nací soy miembro de su hermandad, es una cuestión de familia, tradición arraigada.
Mi vida es un vaivén respecto a creencias y da pie a este tipo de contradicciones.
Me quedo con la vivencia en hermandad, comunidad que se respira en torno a ese jueves tan especial, rehuyo de la Iglesia como institución, creo en los valores del evangelio.
Soy un mar de dudas.
Nuestra espiritualidad no está reñida con la Religión, ni siquiera con la Iglesia como institución. El concepto de espiritualidad va más allá. Entiendo que podemos participar de ciertos rituales religiosos aunque a priori parezca contradictorio, más cuando el componente cultural es tan importante. Nuestro racionalismo tampoco está reñido con ese rituales.
Sigo dudando.
Decía Pesoa que la contradicción es la esencia del universo, quizás yo sea eso, universo, polvo de estrellas contradictorio.
Un saludo, buena Semana Santa:
Gorka Fernández Mínguez.