Triunfo y desastre, esos dos impostores
Hace unas semanas en el podcast Conversacines, en el que participo junto a Chus de León y César Bardés, tratamos la película El hombre que pudo reinar. Solemos juntarnos cada quince días y charlamos sobre una película, alternamos con una película que haya sido adaptada de un libro. El hombre que pudo reinar es una película dirigida por John Huston basada en un relato homónimo de Rudyard Kipling, según Maruja Torres es la mejor película de aventuras jamás rodada.
Dos antiguos sargentos del ejército imperial británico (majestuosamente interpretados por Michael Caine y Sean Connery) se aventuran desde la India hasta una zona del actual Afganistán. Tras un viaje lleno de dificultades llegan y poco a poco se van haciendo un hueco en las distintas sociedades tribales. Llegan a la cima de la sociedad ya que los lugareños creen a uno de ellos el Dios Sikander II, el sucesor de Alejandro Magno que fue el anterior occidental que llegó a aquellas tierras dos mil años antes.
No contaré el final, pero sí diré que la avaricia de aquellos aventureros rompió el saco. Quizá les hubiese venido bien tener en cuenta el poema “If” («Si», en inglés) de Kipling (que aparece en la película interpretado por Christopher Plummer a modo de periodista).
Te propongo aquí parte de este magnífico poema que el premio nobel de literatura más joven de la historia, Rudyard Kipling, dedicó a su hijo :
Si puedes mantener la cabeza cuando todo a tu alrededor
pierde la suya y te culpan por ello;
Si puedes confiar en ti mismo cuando todos dudan de ti,
pero admites también sus dudas;
Si puedes soñar y no hacer de los sueños tu maestro;
Si puedes pensar y no hacer de los pensamientos tu objetivo;
Si puedes encontrarte con el triunfo y el desastre
y tratar a esos dos impostores exactamente igual,
Si puedes llenar el minuto inolvidable
con un recorrido de sesenta valiosos segundos.
Tuya es la Tierra y todo lo que contiene,
y —lo que es más— ¡serás un Hombre, hijo mío!
Tanto el triunfo como el desastre son dos impostores y hay que tener cuidado cuando nos encontramos en situaciones tanto complicadas como ventajosas. Recuerdo aquí lo que Denzel Washington dijo a Will Smith antes de la entrega de los premios Oscar en 2022: "En tu momento más alto, ten cuidado, ahí es cuando el diablo viene a por ti". Todos sabemos cómo acabó el asunto, con una visita del diablo: el actor Will Smith recibía su estatuilla por la interpretación del padre de las tenistas Williams, antes le dio una sonora bofetada a Chris Rock.
El equilibrio que nos plantea Kipling en el poema es necesario en nuestro desarrollo personal. Te invito a leerlo completo.
Buen fin de semana,
Gorka “equilibrado” Fernández Mínguez
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