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Es el efecto a largo plazo de las RRSS, nos hacen más impulsivos y menos críticos, hay poco lugar para la reflexión. Particularmente, soy más libre desde que no tengo ninguna, solo mantengo LinkedIn por temas profesionales. Y en Telegram igual, solo tengo uno para temas relacionados con mi profesión. WhatsApp para comunicarme y he modificado muchas notificaciones del móvil que no son imprescindibles.

Como bien señalas, están diseñadas para tener esa dependencia y activar según que "recompensas" o estímulos a nivel cerebral (dopamina, endorfinas, adrenalina..) En un curso que realice, un psicólogo se atrevia a ir más allá y relacionar según que redes sociales a esas mismas, pero lo vi un poco "exagerado", porque no existe tanta evidencia por ahora. Lo que tengo claro es que son un problema para nuestra atención, nos quitan el foco de lo importante.

Tu mismo describes todo lo que te ha dado tiempo a hacer cuando has eliminado o limitado el acceso a las mismas: leer, pasar el tiempo con los tuyos, divagar... Y al principio la sensación es que te pierdes algo, pero la verdad, no te pierdes nada.

Lo de echarte desproporcionado, aún más cuando te has disculpado y en parte tenías razón, quizás no eran las palabras adecuadas pero hay gente con la piel muy fina. Unido a lo que se sobredimensiona y malinterpretan las cosas por estas vías.

En fin, espero que te vaya mejor en ese nuevo grupo y sigas con tu "desenganche" a las Redes.

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Gracias, Noelia. Tu comentario complementa muy bien lo que escribí. Sigo huyendo de la disrupción y no descarto en el futuro si este desenganche parcial no me funciona comprarme un idiot phone, un Nokia de esos de solo llamadas. Un saludo,

GRK

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